EL ETIQUETADO DE LOS PRODUCTOS COSMETICOS Y DE BELLEZA
LISTA DE INGREDIENTES
Leer la etiqueta de los productos cosméticos es importante para saber qué componentes incluye su fórmula.
Compramos productos de belleza sin fijarnos en las etiquetas, incluso la mayoría de las veces no las entendemos debido al uso de términos científicos o palabras en latín.
Sin embargo, la información que en ellas aparece es muy importante para saber los ingredientes que contiene el cosmético.
Es importante mirar la etiqueta para reconocer qué ingredientes son poco saludables para nuestro organismo. Si es hipoalergénico, si contiene parabenos (conservante), si está elaborado con cosmética natural, etc.
Además conviene revisar su fecha de caducidad ya que los cosméticos también tienen un tiempo de vida útil.
La Unión Europea estableció en 1998 que todos los productos de belleza que se comercializasen dentro del territorio deben llevar un etiquetado con los componentes que incluyen.
Al listado de ingredientes que hay en cada envase se le llama INCI (Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos) y permite conocer su contenido.
El orden en el que aparecen mencionados es muy importante ya que va en función de la cantidad de ingrediente que está contenido en la fórmula, de mayor a menor.
Normalmente, el primer componente con el que comienzan la mayoría de ellos es el agua.
Los elementos naturales, es decir que no se han sometido a procesos químicos, están indicados en latín con su nombre botánico, mientras que los compuestos artificiales aparecen en inglés.
Los ingredientes orgánicos y comercio justo se informan con asteriscos.
La cosmética moderna se está moviendo hacia lo ‘verde’ y lo ‘saludable’.
Sustancias peligrosas
Lo siguiente que debemos conocer es qué principios son poco saludables para nuestro organismo.
Hay que poner especial atención a las parafinas, glicerinas, aceites minerales o vaselinas porque son derivados del petróleo y nocivos para la salud.
La legislación actual permite los parabenos (methylparaben, ethylparaben, propylparaben y butylparaben), muy presentes en los protectores solares, en una concentración de 0,4% para un único producto, o 0,8% si son varios parabenos mezclados. La dosis es baja, pero si a diario usamos diferentes productos de belleza que incluyan este tipo de sustancias podríamos superar los límites aconsejados.
Además hay componentes que están prohibidos como el octocrileno, cinnamate o edta.
Lo mismo se aplica a las siliconas o emulsionantes, la más usada en cosmética es la dimeticona y, en general, aquellas con los sufijos ‘one’, siloxane o quaternium.
Hay que asegurarse que estos componentes se localicen en los últimos lugares del INCI.
Hay dos maneras de identificarlos en la etiqueta.
– Aparecen con las siglas PEG seguidas de un número
– Aparecen por su terminación ‘eth’.
Los PEGs más usados son polyethylenglycol y sodium laureth sulfate.
De nombre impronunciable, los ftalatos son disolventes presentes en lacas para el pelo y esmalte de uñas y lo que hacen es aumentar la flexibilidad de algunos materiales y fijar aromas.
Varios estudios científicos demuestran que estas sustancias alteran el equilibrio hormonal (actúan como disruptores endocrinos), aumentan el riesgo de padecer cáncer y la infertilidad. Se identifican con los nombres dietihexiloftalato (DEHP), dibutilftalato (DBP) o butibenziftalato (BBP).
Desde estas líneas te recomendamos que a partir de ahora leas con detenimiento las etiquetas de los productos cosméticos que utilizas para que cada vez utilices menos cosméticos con ingredientes nocivos para tu salud.
Si eliges Cosméticos Certificados bio será una garantía de que lo que estás utilizando no es perjudicial ni para ti ni para el medio ambiente.